“Instruir puede cualquiera, educar solo quien
sea un evangelio vivo” (José de la
Luz y Caballero)
Programa Académico
de Formación General, Universidad César Vallejo, Trujillo, Perú.
Cuando se me pidió
compartir estas palabras de presentación de la Experiencia Curricular de
Desarrollo Personal, me vinieron a la mente dos palabras: experiencia y
actualidad.
Comencemos con la
Nueva Ley Universitaria (Perú, 2014)
De acuerdo con el
Artículo 7, algunas de las funciones neurálgicas de la universidad actual; son
la investigación, la contribución con el desarrollo humano y la educación
continua, entre otras como la proyección y extensión universitaria.
Pero, ¿cómo ser un
o una docente que incluya, en un paquete único, esos atributos mencionados en
la Nueva Ley Universitaria?
La tarea obviamente
no es fácil. Comparto con ustedes las ideas del pedagogo chileno Miguel
González Lemus, quien propuso en la revista Derecho y Humanidades que
La docencia es por
excelencia un acto de generosidad, toda vez que importa y tiene por norte
contribuir en la formación de una persona. Un buen docente debe involucrar sus
sentimientos en el proceso de enseñanza. Debe querer desde su fuero interno que
el alumno no sólo aprenda y se eduque en la respectiva disciplina, sino que
crezca como sujeto. (2013, p.177)
Debemos entender
que entrar al aula de clases no es un proceso automático, ni mucho menos
rutinario, sino un acto de verdadero compromiso, amor y preparación. Por ello,
tenemos que dominar ampliamente los contenidos que impartimos, ser lectores
voraces de las distintas temáticas, entenderlas, saber problematizarlas y
mostrarla a los estudiantes en su verdadera esencia práxica.
Debemos
interiorizar que, como educadores, nos asiste una enorme responsabilidad con
nuestros educandos, que no se limita exclusivamente a la transmisión de
conocimientos, sino a la formación de una nueva e integral persona que se ame,
que cuente con inteligencia emocional y habilidades sociales. Una persona que
sepa levantarse ante las adversidades, que sepa manejar situaciones difíciles,
que acepte a su semejante tal y como es, en fin; una persona creativa y con una
proyección sociocultural de avanzada.
Como docentes, nos
asiste el derecho de evolucionar, de no caer en la desidia, de asumir nuestro
rol, de mirar con ojo crítico las experiencias pasadas, de ser predispuestos al
cambio oportuno y al perfeccionamiento constante. De practicar concienzuda y
congruentemente los valores que promovemos en el aula.
Necesitamos entender el contexto sociocultural actual que desgraciadamente no es el más afortunado y basados en esa realidad, procurar cambiarlo con nuestra mejor arma: la educación.
¿Qué les pido para
este nuevo ciclo?
Cosas muy
sencillas: ética, compromiso, responsabilidad, proactividad, sentido del deber,
autoliderazgo, amor por el trabajo, respeto por los demás y al trabajo en
equipo, sinceridad, dedicación y amor en la loable tarea de cultivar el
crecimiento humano en nuestros estudiantes.
Muchas gracias
***
Dr. Enaidy Reynosa Navarro │ Coordinador de Desarrollo Personal
Docente de la Universidad César Vallejo, Perú
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