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domingo, 15 de marzo de 2015

Mensaje a los docentes de la experiencia curricular de Desarrollo Personal, 2015

“Instruir puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo” (José de la Luz y Caballero)

Programa Académico de Formación General, Universidad César Vallejo, Trujillo, Perú.

Cuando se me pidió compartir estas palabras de presentación de la Experiencia Curricular de Desarrollo Personal, me vinieron a la mente dos palabras: experiencia y actualidad.

Comencemos con la Nueva Ley Universitaria (Perú, 2014)

De acuerdo con el Artículo 7, algunas de las funciones neurálgicas de la universidad actual; son la investigación, la contribución con el desarrollo humano y la educación continua, entre otras como la proyección y extensión universitaria.

Pero, ¿cómo ser un o una docente que incluya, en un paquete único, esos atributos mencionados en la Nueva Ley Universitaria?

La tarea obviamente no es fácil. Comparto con ustedes las ideas del pedagogo chileno Miguel González Lemus, quien propuso en la revista Derecho y Humanidades que

La docencia es por excelencia un acto de generosidad, toda vez que importa y tiene por norte contribuir en la formación de una persona. Un buen docente debe involucrar sus sentimientos en el proceso de enseñanza. Debe querer desde su fuero interno que el alumno no sólo aprenda y se eduque en la respectiva disciplina, sino que crezca como sujeto. (2013, p.177)

Debemos entender que entrar al aula de clases no es un proceso automático, ni mucho menos rutinario, sino un acto de verdadero compromiso, amor y preparación. Por ello, tenemos que dominar ampliamente los contenidos que impartimos, ser lectores voraces de las distintas temáticas, entenderlas, saber problematizarlas y mostrarla a los estudiantes en su verdadera esencia práxica.

Debemos interiorizar que, como educadores, nos asiste una enorme responsabilidad con nuestros educandos, que no se limita exclusivamente a la transmisión de conocimientos, sino a la formación de una nueva e integral persona que se ame, que cuente con inteligencia emocional y habilidades sociales. Una persona que sepa levantarse ante las adversidades, que sepa manejar situaciones difíciles, que acepte a su semejante tal y como es, en fin; una persona creativa y con una proyección sociocultural de avanzada.

Como docentes, nos asiste el derecho de evolucionar, de no caer en la desidia, de asumir nuestro rol, de mirar con ojo crítico las experiencias pasadas, de ser predispuestos al cambio oportuno y al perfeccionamiento constante. De practicar concienzuda y congruentemente los valores que promovemos en el aula.

Necesitamos entender el contexto sociocultural actual que desgraciadamente no es el más afortunado y basados en esa realidad, procurar cambiarlo con nuestra mejor arma: la educación.

¿Qué les pido para este nuevo ciclo?

Cosas muy sencillas: ética, compromiso, responsabilidad, proactividad, sentido del deber, autoliderazgo, amor por el trabajo, respeto por los demás y al trabajo en equipo, sinceridad, dedicación y amor en la loable tarea de cultivar el crecimiento humano en nuestros estudiantes. 


Muchas gracias

*** 
Dr. Enaidy Reynosa Navarro  Coordinador de Desarrollo Personal 
Docente de la Universidad César Vallejo, Perú

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