Con mucha frecuencia, alumnos, padres de familia y sociedad en general,
consideran que si una universidad tiene monumentales edificios, lindas aulas,
grandes parques y mucha presencia en los medios, es el lugar ideal para la
formación profesional de las personas.
Y bien pudiese ser verdad, pero no necesariamente funciona así, porque las universidades son más que opulencia. En ellas se encuentra lo mejor y más brillante de la sociedad: los jóvenes. Son un espacio sociocultural donde no solo se promueve conocimiento, sino ética, cultura, respeto, participación, equidad, estilos de vida saludables, derechos fundamentales del ser humano; en fin, todos valores los valores que dan sentido a la vida. Las universidades constituyen espacios consecuentes con la historia y contribuyen con el crecimiento intelectual de las personas sin pretender adoctrinarlas.
Y bien pudiese ser verdad, pero no necesariamente funciona así, porque las universidades son más que opulencia. En ellas se encuentra lo mejor y más brillante de la sociedad: los jóvenes. Son un espacio sociocultural donde no solo se promueve conocimiento, sino ética, cultura, respeto, participación, equidad, estilos de vida saludables, derechos fundamentales del ser humano; en fin, todos valores los valores que dan sentido a la vida. Las universidades constituyen espacios consecuentes con la historia y contribuyen con el crecimiento intelectual de las personas sin pretender adoctrinarlas.
Docente vallejiano con sus educandos |
De la misma forma, viabilizan el futuro de los pueblos, por tanto; en ellas se deben gestar soluciones a problemas sociales concretos, a partir de la lógica científico-investigativa. Son el centro de la sociedad y deben estar permanentemente abiertas a la comunidad. Una universidad es el espacio intercultural, multiétnico, plurinacional y de intercambio académico donde se gestiona la inclusión social, la tolerancia, el desarrollo humano y el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario